Otoño

Era otoño cuando las vio danzar.

Caía la noche, y las hojas adornaban el camino hacia el claro. Los árboles frondosos creaban ocasionales bolsillos de luz centelleante. Moviéndose con cautela, admiraba el paisaje, convirtiendo la escena en un escenario perfecto para la temporada que ese año había comenzado antes. El bullicio de la ciudad se tornó en un acompañamiento borboteoso mientras se aventuraba en la espesura, guiada por el ritmo caprichoso del viento.

Atraída por el entorno, se acercó al fuego y se unió al baile. Bajo el balé celestial, donde las estrellas aparecían como diamantes esparcidos sobre un lienzo de terciopelo, se encontró en medio de una congregación etérea. Las llamas danzantes del fuego reflejaban una melodía invisible, proyectando sombras fugaces que bailaban sobre el suelo del bosque.

Las brasas susurraban secretos a la brisa fresca, obligándola a participar en la celebración efímera. El suelo musgoso bajo sus pies descalzos, abrazaba la esencia de innumerables otoños pasados, otorgando un carácter atemporal a la oscuridad que le rodeaba. En el silencio del bosque, el tiempo pareció ralentizarse, cada paso y cada contoneo una comunión deliberada con el ritmo natural de la temporada.

Se encontró a sí misma como testigo y participante, una nota fugaz. Cada pirueta se convertía en un pincelazo en el lienzo de la noche, una celebración de la belleza transitoria resonando a través de los antiguos árboles. El acorde de la naturaleza se acrecentó, llegando al clímax que resonaba con el mismo latido del corazón de la tierra.

Y paró, pero el mundo siguió dando vueltas. Y cuando la noche tejió sus notas finales, supo que la luz permanecería en su corazón, una melodía resonando por los pasillos del tiempo.

 

Empezado en septiembre del 2023, terminado el 22 de febrero de 2024

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